La visión que la sociedad tiene de las drogas y las personas que las consumen está, como en cualquier ámbito, muy determinada por la representación que se transmite en los medios de comunicación. Una imagen asociada mayoritariamente a la delincuencia o a la enfermedad, aunque ninguna de ellas representa la realidad de la mayoría de personas que consumen drogas, incluyendo el alcohol, cuyos usos no son problemáticos.
A pesar de ser la mayoría, no son visibles porque, por un lado, no forman parte de las estadísticas de consumos problemáticos (no generan demanda de tratamiento o de urgencias, no hay muertes asociadas ni tampoco están envueltas en actividades delictivas) y, por otro, no suscitan interés a los medios de comunicación que priorizan visibilizar historias impactantes, aunque infrecuentes, frente a historias comunes y corrientes.
Por ello, parte importante de nuestro trabajo se centra en la atención a medios de comunicación con el objetivo de facilitar información contrastada y basada en la evidencia, aportar serenidad al sensacionalismo mediático, representar la voz y los derechos de las personas consumidoras, promover el uso de un lenguaje no estigmatizador y asesorar a profesionales de los medios de comunicación para un mejor abordaje mediático.
La finalidad última es cambiar la percepción (falsa/distorsionada) de la sociedad ante las drogas y reducir el estigma hacia las personas que las usan.
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Fiesta y drogas en tiempos de coronavirus
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