Cannabinoides Semisintéticos

Nuevas sustancias psicoactivas

Este documento es un recurso dinámico y en constante actualización, ya que aborda un fenómeno en evolución. Dado que los cannabinoides semisintéticos, su clasificación y la situación de los mercados pueden cambiar con el tiempo a medida que surgen nuevas sustancias y estudios, nuestra intención es mantener la información actualizada y precisa. Invitamos a revisar periódicamente este material, ya que puede tener modificaciones para reflejar los avances y descubrimientos más recientes en el tema. (Última actualización: abril 2025)

Introducción

El mercado global del cannabis ha experimentado profundas transformaciones en los últimos años. No solo se han producido cambios legislativos en un número cada vez mayor de países que exploran nuevas regulaciones, sino que, en el mercado, han ido apareciendo nuevos productos derivados que se añaden a la oferta de las tradicionales formas de consumo: la marihuana, el hachís y los extractos concentrados mediante disolventes. Así, la explosión de los productos con CBD, la comercialización de comestibles u otros formatos, como las extracciones o los líquidos para vapear THC o CBD, conforman un mercado cada vez más complejo.

Uno de los fenómenos más recientes es el de la aparición de los llamados cannabinoides semisintéticos (CSS). Aparecieron en Estados Unidos y rápidamente se han extendido a Europa. Estos productos se encuentran disponibles a través de diferentes canales de venta como páginas web o las tiendas dedicadas a la venta de productos cannábicos.

Se dispone de muy poca información científica sobre los CSS y sus riesgos. De momento, gran parte de la información procede de los casos de intoxicaciones atendidos en las unidades de urgencias hospitalarias.

La información que presentamos a continuación está dirigida a todas aquellas personas que puedan estar interesadas en estos productos. Tras explicar de dónde viene este fenómeno, aquí encontrarás información relevante sobre los CSS más conocidos, cuáles son los riesgos conocidos que se asocian al consumo de CSS, qué pautas de cuidado pueden adoptarse si se decide consumir y cuál es su situación legal en la actualidad.

Los cannabinoides

Las Cannabaceae es una familia amplia de plantas que incluye dos especies psicoactivas: la Cannabis Sativa y la Cannabis Índica. La ingestión de los productos derivados de la cannabis sativa produce efectos en el organismo debido a que se compone de multitud de compuestos con actividad farmacológica. De hecho, la planta contiene una mezcla muy compleja de sustancias que interactúan entre sí para producir los efectos, haciendo cierta, en este caso, la afirmación de que el todo es mucho más que la suma de las partes.

Para más información sobre los cannabinoides, visita la página de cannabis.

El mercado del CBD y los cannabinoides semisintéticos

La producción y venta de CBD ha alcanzado cotas muy altas. En Estados Unidos se incrementó a unos niveles tan altos que, llegados a un punto, la oferta excedía a la demanda. A su vez, se redescubrió que el CBD puede servir de precursor para la síntesis de todo un conjunto de sustancias derivadas: los cannabinoides semisintéticos. La promulgación de la llamada Farm Bill de 2018, permitió que se pudieran producir estos derivados del CBD y que quedaran fuera de la legislación antidrogas.

Cuando hablamos de cannabinoides en general, hacemos referencia a compuestos que interactúan con el sistema endocannabinoide (SEC) del cuerpo humano. Su origen y estructura pueden variar ampliamente, de manera que existen cuatro grupos principales:

  • Los endógenos, producidos por nuestro cuerpo, como la anandamida.
  • Los naturales, producidos por la planta, como el THC o el CBD.
  • Los semisintéticos, producidos a partir de los cannabinoides naturales como el CBD.
  • Los sintéticos, producidos exclusivamente en laboratorios.

Cannabinoides sintéticos y semisintéticos

Los cannabinoides sintéticos han sido denominados con frecuencia como “marihuana sintética”, especialmente por algunos medios de comunicación. Sin embargo, esta denominación es incorrecta, ya que los productos vegetales no pueden ser sintéticos (no existen las lechugas sintéticas o los tomates sintéticos) y su utilización solo obedece a motivaciones sensacionalistas.

Una característica importante de estos cannabinoides sintéticos es su potencia, ya que suelen ser agonistas totales de los receptores del SEC, lo que aumenta significativamente su potencia en comparación con el THC, que es un agonista parcial. Este mayor riesgo se ha visto reflejado en numerosos casos de intoxicaciones graves, hospitalizaciones y fallecimientos.

Por su parte, los cannabinoides semisintéticos son producto de modificaciones químicas realizadas sobre compuestos que proceden directamente de la planta, como el THC o el CBD. Aunque también pueden encontrarse en pequeñas cantidades de forma natural en la planta, su fabricación a partir del CBD es la más habitual.

Un ejemplo de CSS es el hexahidrocannabinol (HHC), que puede sintetizarse a partir del THC o del CBD. El HHC imita los efectos del THC. Sin embargo, aunque los primeros estudios con animales sugirieron que sus efectos son menos intensos que los del THC, aún no se tiene claro qué ocurre entre las personas. También puede aparecer en cantidades mínimas en preparados de cannabis envejecidos o sometidos a ciertas condiciones químicas.

HHC y THC

Otro ejemplo de CSS es el acetato de tetrahidrocannabinol (THC-O) que no se encuentra naturalmente en la planta, pero que puede obtenerse mediante procesos químicos a partir del THC.

El primer CSS identificado en Europa fue el HHC en 2022. Desde entonces y hasta finales de 2024, se han identificado más de 20 CSS diferentes en el mercado.

Los efectos de los cannabinoides semisintéticos

En general, los efectos de los CSS son similares a los del THC. Sin embargo, puede haber diferencias o matices según el tipo de CSS. Debe tenerse en cuenta que lo que se conoce a nivel farmacológico sobre los efectos de los CSS procede de estudios con animales o in vitro, por lo que deben interpretarse con cautela.

Fuente: Internet.
  • Delta-8-THC y HCC: menos potentes.
  • THC-O: menos potentes y, además, parece tardar más tiempo en hacer efecto, lo que sugiere que podría actuar como un precursor metabólico del THC; es decir, que necesita ser procesado por el organismo antes de activarse completamente.
  • THCP: aunque parece tener una alta capacidad para interactuar con los receptores del SEC, los efectos son similares a los del THC.

Riesgos de los cannabinoides semisintéticos

El consumo de CSS conlleva riesgos significativos, principalmente debidos a su presentación, su composición y a las vías de administración utilizadas.

  • Presentación y riesgo de exposición accidental

    Los cannabinoides semisintéticos se comercializan en una amplia variedad de formatos, como comestibles y líquidos para vapeo, frecuentemente en envases atractivos que imitan productos convencionales (gominolas, como ejemplo destacado).

    La presentación en gominolas aumenta el riesgo de exposición accidental, especialmente entre personas de edades más tempranas. En Estados Unidos, entre el 1 de enero y el 28 de febrero de 2022, el Centro Nacional de Toxicología de Estados Unidos recibió 2,362 notificaciones de exposición a productos con delta-8-THC, de casos en los que:

    • El 58 % implicaba a personas adultas y el 41 % a personas con menos de 18 años.
    • El 40 % implicó una exposición no intencional al delta-8-THC. El 82 % de estas exposiciones se produjeron en personas con 15 años o menos.
    • El 70 % necesitó una evaluación en un centro sanitario, de las que el 8 % necesitó atención en cuidados intensivos; el 45 % de las personas evaluadas tenían 15 años o menos.
  • Ausencia de regulación y composición desconocida

    En muchos países, los cannabinoides semisintéticos se venden como «alternativas legales» al cannabis, tanto en tiendas físicas como virtuales.

    Algunos de estos productos no están fiscalizados ni sujetos a controles sanitarios ni de producción, lo que puede generar una gran incertidumbre sobre su composición exacta.

  • Riesgos específicos relacionados con la dosificación y la vía de administración

    Los productos con cannabinoides semisintéticos suelen contener concentraciones altas de estos compuestos, lo que aumenta el riesgo de intoxicación.

    La administración oral, frecuente en comestibles, complica la gestión de la dosificación, ya que los efectos pueden tardar bastante tiempo en manifestarse, incentivando un consumo excesivo y aumentando el riesgo de sobredosis accidental.

Para reducir los riesgos con los CSS

La única manera de no asumir riesgos por consumir drogas es no hacerlo.
Si decides usarlas, conoce los riesgos y cómo reducirlos:

  • 1
    Infórmate sobre los riesgos

    Conoce y comprende los posibles efectos adversos, como intoxicaciones o reacciones inesperadas. Busca información fiable y actualizada para tomar decisiones lo más informadas posible.

  • 2
    No te fíes de las etiquetas

    Aunque parezca que estos productos sean fiables porque los venden en tiendas físicas o virtuales, y además informan en sus etiquetas sobre su composición, no se encuentran en un mercado regulado y, por lo tanto, actualmente no existen fuentes en nuestro país en las que se pueda confiar. Evita aquellos etiquetados como «alternativas legales» al cannabis. A día de hoy, la única forma de conocer la composición de estos productos es analizándolos.

  • 3
    Comienza con dosis bajas

    Si decides consumir, especialmente si viene en formato de comestibles, empieza con una pequeña cantidad y espera, al menos, 2 horas antes de tomar más. Esto reduce el riesgo de efectos inesperados o sobredosis.

  • 4
    Evita el vapeo de ciertos cannabinoides semisintéticos

    La vía vaporizada puede entrañar más riesgos si el cannabinoide semisintético se encuentra en acetato. Los casos de lesión pulmonar asociada a la presencia de acetato de Vitamina E en líquidos para vapear que contenían THC en Estados Unidos en 2019, lleva a pensar que el vapeo de los CCS en forma de acetato (acetato de Δ9-THC-O, de Δ8-THCB-O, de Δ8-THC-O, de Δ9-THCP-O, de HHC-P-O, o de HHC) pueden aumentar el riesgo de este tipo de lesiones.

  • 5
    Mantén los productos fuera del alcance de personas menores de edad

    Guarda los productos con CSS en un lugar seguro para prevenir accidentes, especialmente si están en formatos atractivos como golosinas o bebidas.

  • 6
    Protégete y protege a las demás personas

    No consumas cerca de personas menores de edad, embarazadas o con problemas de salud. Piensa en el entorno antes de usar estos productos.

  • 7
    Analiza antes de consumir

    Siempre que tengas acceso, utiliza servicios de análisis de sustancias para comprobar qué contiene el producto. Mediante un análisis se puede identificar su composición, detectar posibles adulterantes o mezclas inesperadas. Esto también puede ayudarte a tomar decisiones más informadas.

  • 8
    Reconoce los síntomas de una intoxicación

    Si alguien presenta confusión, dificultad para respirar y ansiedad extrema o pérdida de consciencia, busca ayuda médica de inmediato. Saber actuar y hacerlo de la manera más temprana posible, puede marcar la diferencia.

Legalidad de los CSS

Recientemente, algunos de los CSS han sido incluidos en las Listas de Fiscalización Internacional y están prohibidos en España, concretamente: 

  • Hexahidrocannabinol (HHC).
  • Acetato de hexahidrocannabinol (HHC-O; acetato de HHC).
  • Hexahidrocannabiforol (HHCP).
  • Acetato de hexahidrocannabiforol (HHCP-O; acetato de HHCP-O).
  • Delta-8-tetrahidrocannabiforol (delta-8-THCP; JWH 091).
  • Tetrahidrocannabiforol (delta-9-THCP; THCP).
  • Acetato de tetrahidrocannabiforol (THCP-O; acetato de delta-9-THCP-O).
  • Acetato de tetrahidrocannabinol (THC-O; acetato de delta-8-THC-O).
  • Delta-8-tetrahidrocannabinol-C8 (delta-8-THC-C8).
  • Delta-9-tetrahidrocannabinol-C8 (delta-9-THC-C8).
  • Hidrocannabidiol (H4-CBD; tetrahidrocannabidiol).
  • Ácido tetrahidrocannabinolico (delta-9-THCA; THCA).

Sin embargo, para el resto de cannabinoides semisintéticos, el hecho de no estar fiscalizados:

  • No significa que sean legales, en el sentido de que su producción, distribución y consumo se encuentre regulado legalmente.
  • Su situación legal puede cambiar, como lo ha hecho recientemente la del resto de ellos.

Para saber más

Las opiniones vertidas en este documento no son necesariamente las de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

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Logotipo de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas 

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