Efectos adversos frecuentes
Los efectos del alcohol son dependientes de la cantidad que de este se encuentre en la sangre (alcoholemia), de manera que a mayor alcoholemia, mayores son los efectos depresores sobre el sistema nervioso central.
- Disminución de las capacidades de atención, juicio y control.
- Deterioro de la coordinación motora y las capacidades para procesar la información.
- Inestabilidad emocional.
- Deterioro de las capacidades perceptivas, la memoria y la comprensión.
- Disminución de la respuesta sensorial.
- Aumento del tiempo de reacción.
- Reducción de la agudeza visual y la visión periférica.
- Dificultades para hablar.
- Desorientación y confusión mental.
- Estados emocionales exagerados.

Una de las principales consecuencias negativas asociadas al consumo de alcohol es la resaca, que se produce cuando se ha bebido más de la cuenta y se manifiesta con diferentes síntomas: cansancio, dolor de cabeza, vértigos, mayor sensibilidad a la luz y a los ruidos, ojos enrojecidos, dolores musculares y sed. También es frecuente sentir náuseas, vómitos y dolor de estómago. A veces también se pueden sentir taquicardias, ligeros temblores y un aumento en la sudoración. En esos momentos es difícil concentrarse y prestar atención a las cosas. Se puede sentir decaimiento y, a veces, un poco de ansiedad e irritabilidad.
La resaca no reviste gravedad desde el punto de vista médico pero es muy desagradable y, en ocasiones, hasta incapacitante pues puede llegar a afectar bastante si se tiene que trabajar, ir a clase, estudiar o hacer cualquier actividad que requiera concentración.
Tanto los síntomas de la resaca como su intensidad pueden variar de una persona a otra e, incluso, para una misma persona, en momentos o situaciones diferentes. En general, la resaca comienza varias horas después de la última copa, momento en que los niveles de alcohol en la sangre comienzan a bajar y pueden alargarse más allá de las 24 horas siguientes.
Que se tenga o no resaca al día siguiente depende de varios factores:
- El principal es la cantidad de alcohol que se haya bebido y el tiempo durante el cual se haya estado bebiendo. De esta forma, a más alcohol y/o a mayor tiempo bebiendo, más papeletas para tener una resaca y que esta sea más intensa.
- En segundo lugar, la deshidratación que provoca el alcohol es la responsable de que luego se tenga la boca seca y se sienta sed, se esté débil y con vértigos y mareos. Además, la irritación en el estómago y los intestinos que produce el alcohol puede producir dolor de estómago, náuseas y vómitos.
- La alteración del sueño que se produce bajo los efectos del alcohol y la relajación de la musculatura relacionada con la respiración (que puede hacer que, a veces, se detenga brevemente; es lo que se llama apnea), pueden contribuir a ese estado de cansancio y debilidad que se sienten durante la resaca.
- Finalmente, la resaca también puede ser más probable o más intensa si se han fumado muchos cigarrillos de tabaco o si se ha mezclado alcohol con otras drogas.
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Hicimos el vídeo de #NoJodasLaFiesta en 2017 para sensibilizar sobre el #AcosoSexual en las fiestas asociado al consumo de alcohol y otras drogas.