Opio

Sustancias principales

morfina_opio

Descripción

El opio se extrae de las cápsulas de la amapola Papaver somniferum L. El látex blanco que sangra la planta contiene sobre todo morfina y otros alcaloides (codeína, papaverina, tebaína y noscapina). La morfina fue el primer alcaloide conocido. En 1805, Friedrich Wilhelm Adam Sertürner, un aprendiz de farmacia alemán de 22 años, aisló la morfina en forma cristalina a partir del opio.

El opio suele presentarse como una goma, similar a una resina de color marrón oscuro que se oscurece y endurece con el paso del tiempo. Las vías de administración más frecuentes son la oral y la fumada.

Efectos deseados

  • 1

    Relajación.

  • 2

    Sensación de bienestar y gratificación.

  • 3

    Disminución del apetito.

  • 4

    Sensación de soñar despierto/a.

  • 5

    Aumento de la capacidad de imaginar y percibir.

  • 6

    Sensación de indiferencia ante los problemas propios y hacia otras personas.

El opio tiene una serie de propiedades farmacológicas: es analgésico, antitusivo, antidiarreico y antiespasmódico. Sin embargo, al estar compuesto por una mezcla de alcaloides y, debido a las dificultades para calcular la composición y concentración, en la práctica, se hace casi imposible su uso terapéutico.

Dosis

La intensidad de los efectos y la composición del opio dependen de la variedad de Papaver somniferum L., por tanto y, debido a esto, es difícil dosificar con exactitud. Además, según pasa el tiempo, se evapora el agua residual y un opio viejo y duro produce, en principio, efectos más intensos que uno blando.

La tolerancia al efecto de los opiáceos se desarrolla con rapidez, por lo que, en las primeras tomas, las dosis necesarias serán menores que en sucesivas.

Cuando se va a consumir por primera vez es recomendable empezar con una dosis baja y, a partir del efecto experimentado, ir ajustándola.

Teniendo en cuenta estas consideraciones:

  • Vía oral: se consideran dosis bajas en torno a 100 mg y dosis elevadas por encima de 300 mg (aunque hay que insistir en la variabilidad de las concentraciones y factores como la tolerancia).
  • Vía fumada: permite que la sustancia inhalada llegue en pocos segundos al cerebro, con lo que su efecto es casi inmediato. Se recomienda consumir poco (2-3 inhalaciones en pipa o en plata) y decidir en base al efecto producido.

La vía fumada produce un efecto inmediato, por lo que es más sencillo controlar los efectos, pero es una vía de entrada rápida que favorece el desarrollo de dependencia. Sin embargo, al utilizar la vía oral, los efectos pueden tardar en aparecer más de 1 hora tras la ingesta y pueden durar hasta 12 horas. Si se come, sus efectos son más intensos y pueden sorprenderte. El riesgo de sobredosis es más elevado por vía oral, sobre todo si no se conoce la concentración del producto utilizado.

opio

Riesgos

  • Efectos adversos frecuentes
    • Contracción de las pupilas (miosis).
    • Sequedad de boca.
    • Náuseas y vómitos.
    • Estreñimiento.
    • Picor en el cuerpo.
    • Necesidad de orinar con dificultad para iniciar la micción.
    • Disminución de la líbido y, además en los varones, de la capacidad de erección y eyaculación.
  • Efectos tóxicos/graves/infrecuentes

    El consumo de opio puede provocar bajadas de tensión. Si la persona usuaria siente que se va a desmayar, puede ser necesario tumbar a la persona, con las piernas levantadas y la cabeza inclinada hacia un lado, por si sobreviene el vómito. La persona debe volver a levantarse sola y a su ritmo, por lo que es importante no presionar.

    La sobredosis de opiáceos se caracteriza por disminución progresiva de la conciencia y depresión respiratoria. El proceso de la respiración deja de hacerse inconsciente e involuntario y puede llegar a la parada respiratoria, parada cardíaca y muerte.

    Ante una sobredosis de opiáceos siempre hay que avisar a un servicio de urgencias (112). Los primeros síntomas son: somnolencia, palidez en los labios y una tonalidad lila de piel. Si ves que una persona está sufriendo una sobredosis, mantén la calma e intenta impedir que caiga en coma: quítale todo lo que pueda molestar su respiración (bufanda, cinturón, etc), sacúdela, impide que se duerma, llama a la persona por su nombre, pídele que abra los ojos, apriétale la mano, etc.

    Si la persona ya está inconsciente, túmbala hacia un lado y retoma los consejos anteriores si la persona vuelve a estar consciente.

    Quédate a su lado hasta que llegue el personal de urgencias para informarles de lo que ha ocurrido y, sobre todo, de lo que ha consumido.

    Dependencia a opiáceos

    El potencial de dependencia de los opiáceos es más elevado que el de otras drogas. Es relativamente sencillo pasar de un uso esporádico a uno continuado, con desarrollo de tolerancia farmacológica.

    Tras unas semanas de consumo continuado, si éste se suprime de forma brusca, pueden aparecer unos síntomas de abstinencia que clásicamente se definen en tres fases: 

    • Lagrimeo, bostezos, mocos líquidos, ansiedad y sudoración.
    • Dolor y contracturas musculares, piloerección (piel de gallina), taquicardia, hipertensión e insomnio.
    • Fiebre, dolor abdominal y diarrea.

    La intensidad y duración de estos efectos dependen del tiempo y frecuencia de consumo, así como de factores personales.

Interacción con otras drogas y fármacos

Debido a la suma de efectos, los riesgos aumentan si el opio es consumido con otros depresores: 

  • Alcohol.
  • Otros opiáceos.
  • Ketamina.
  • GHB.
  • Otros medicamentos: sobre todo con benzodiacepinas . 

El uso simultáneo de algunos antihipertensivos, antidiarréicos, fármacos para el VIH , antihistamínicos o fármacos para el Parkinson también pueden producir problemas graves.

Recomendaciones de Reducción de Riesgos

La única manera de no asumir riesgos por consumir drogas es no hacerlo.
Si decides usarlas, conoce los riesgos y cómo reducirlos:

  • 1
    El consumo es especialmente arriesgado si:
    • Tienes que conducir y/o manejar maquinaria peligrosa.
    • Si estás en periodo de embarazo, estás intentando estarlo o estás en periodo de lactancia.
    • Si padeces enfermedades del corazón.
    • Si padeces enfermedades del aparato respiratorio. El asma, por ejemplo, es un problema de salud relativamente frecuente y puede llevar a una urgencia grave.
    • Si estás tomando ciertos tipos de fármacos, como las benzodiacepinas.
    • Si sufres de epilepsia o tienes antecedentes. Los opiáceos pueden facilitar la aparición de convulsiones.
    • Si padeces una enfermedad digestiva.
    • Si padeces de hemorroides o fisuras anales. Con el consumo pueden aparecer o empeorar notablemente.
  • 2
    Espacia los consumos

    Los efectos positivos buscados tienden a ir desapareciendo si se toma con frecuencia. Además, espaciar las tomas reducirá la posibilidad de desarrollar una dependencia física y psicológica. Para dar una indicación referente al potencial de dependencia y, teniendo en cuenta que cada persona es diferente, un consumo de bajo riesgo podría ser no más de una vez al mes y una frecuencia de consumo de riesgo, el hacerlo una vez a la semana o más. Se puede dar, incluso, un síndrome de abstinencia cuando se interrumpe o se reduce drásticamente el consumo. Aparece un ansia de nuevas dosis para sentirse normal, acompañada por una especie de gripe y un trastorno general del ánimo.

  • 3
    Evita estar solo/a cuando consumas

    En caso de sobredosis, es fundamental que alguien esté a tu lado. Si lo tomas en solitario, intenta ser consciente de hasta dónde quieres llegar y no consumas una dosis mayor a la habitual.

  • 4
    Cuidado con las dosis

    Tomar demasiado opio puede hacer que los efectos sean demasiado intensos y/o no adecuados para el lugar en el que se consume.

  • 5
    Evita mezclarlo con otras sustancias

    Sobre todo con sustancias depresoras como el alcohol o la ketamina.

    Échale un vistazo al apartado interacciones para conocer los efectos y riesgos de mezclar cocaína con otras sustancias.

  • 6
    Planifica el consumo

    Es importante estar libre de obligaciones tanto durante los efectos como con posterioridad.

Legislación

Los problemas con la justicia son un riesgo importante relacionado con las drogas por lo que es fundamental que cualquier persona usuaria de las mismas conozca la legislación en la materia a fin de minimizar dicho riesgo. Tómate tu tiempo para leer con calma la información sobre leyes que encontrarás aquí.

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